

Soy Amanda — Fotógrafa de viajes
Mi fotografía pretende narrar no solo lo que se ve, sino también lo que se siente —buscando en la luz, el color y la composición todo aquello que no cabe en una sola frase.
Cómo empezó todo
Desde pequeña, me sentí atraída por la naturaleza, los paisajes amplios y esa sensación de asombro que se siente al mirar el mundo desde lejos. Con una cámara en mano comprendí que la fotografía no era solo imagen, sino una forma de contar historias: historias del mundo, de lugares remotos, de instantes de calma. Esa fascinación me llevó a perseguir horizontes lejanos, movida por curiosidad, respeto y un deseo sincero de conectar con la esencia del paisaje.
Mi filosofía detrás del objetivo
Mi fotografía — quiero que sea un refugio y un impulso: un espacio donde la calma y la aventura convivan.Me fascina capturar el contraste entre la inmensidad del mundo y lo pequeño que somos en él. Esa tensión, ese asombro.Busco paisajes que conmuevan, luz que acaricie, momentos que no necesiten artificios: naturales, auténticos, reales.Mi estilo es intuitivo y visualmente poético. A veces épico, a veces íntimo..pero siempre real.Para mí, la cámara no es una herramienta para embellecer, sino para revelar: deseo mostrar lo que existe, con respeto y sensibilidad.
Qué busco con mi fotografía
Quiero compartir una forma de ver, sentir y contar el viaje. Fotografías que no griten, sino que susurren: que transmitan paz, curiosidad, asombro, serenidad. Que inviten a quien las observe a viajar con la mente, a detenerse, a respirar, a conectar. Que recuerden lo pequeño que somos, lo inmenso que puede ser el mundo — y lo bello de simplemente estar allí, en ese instante.
Detrás del lente
Cuando viajo, no busco velocidad: me detengo. Observo con calma. Me dejo llevar por la luz, por el viento, por el silencio. Entro en comunión con el paisaje, esperando a que se revele su alma. Mi trabajo surge de la contemplación, del respeto, de la paciencia. Así nacen las imágenes que guardan memoria, emoción y honestidad.
¿Para qué lo hago?
Porque creo que la fotografía puede ser refugio. Puede ser consuelo. Puede ser puente. Y también impulso: para soñar, para viajar, para despertar la curiosidad. Porque hay belleza en la quietud, en el espacio amplio, en el detalle que muchos no ven. Y quiero compartirla contigo.
- CONTRASTES VISUALES, EMOCIONES REALES

